A
pesar del tiempo que se ha tomado la Corte Constitucional, aun no se decide
sobre el fallo que sentaría jurisprudencia frente a la adopción para parejas
gay.
Por
Laura Gabriela Fuentes
Con la esperanza de poder tener a su hija, el 9
marzo de 2010 Ana Elisa y Verónica reclamaron ante el Instituto de Bienestar
Familiar (ICBF) la posibilidad de que Verónica quedara como adoptante de la
hija biológica de su pareja, Ana. El ICBF se negó, la razón: la Constitución
Colombiana no contempla el concepto de familia en parejas homosexuales.
Las parejas del mismo sexo esperan que la Corte les reconozca al fin, su derecho a adoptar.
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Este caso dio inicio al proceso de legalización para
que las parejas del mismo sexo puedan adoptar en el país. Las dos mujeres
entutelaron la decisión ante un juez que falló a favor, después lo hicieron
ante el Tribunal Superior de Antioquia, quien también les dio la razón, pero ante
la negativa del ICBF de aceptar la decisión, pasó a la Corte Constitucional
para su análisis.
En marzo de 2011 la Corte tenía los ojos de los
colombianos encima, pues en la agenda del tribunal estaba para el estudio el fallo de esta tutela. La sentencia buscaba
además sentar jurisprudencia frente a la adopción de parejas gay.
Hoy, organizaciones de derechos de la comunidad LGBT,
reclaman por una sentencia pues tras 24 meses de presentada la demanda y 12
meses del anuncio de su estudio para fallo, no se sabe nada, a tal punto que en
la agenda de la Corte no volvió a aparecer.
Pero ¿por qué no se ha emitido un fallo tras dos
años de análisis? El abogado especialista en derecho procesal, Alejandro
Herreño, dice que hay varios factores que pueden influir en la demora de la
Corte: “Por un lado está la postura sumamente conservadora de algunos
magistrados, muchos se atreven a decir que son ellos los que están demorando el
fallo. Pensaría que es necesario aprobar primero el matrimonio gay como
antecedente, pero por otro lado puede que la demora se deba a la congestión
judicial que tiene la Corte Constitucional, a eso hay que agregarle que no
siempre están todos los magistrados presentes”.
Para la abogada especialista en derecho de familia
Blanca Peña, “Sencillamente la Corte no quiere meterse en ese lío por las
pasiones que despierta un tema tan complejo”.
Lo cierto es que en los dos años que lleva el
proceso, el tema ha sido agendado en 28 oportunidades, pero solo en tres
fechas, 17, 18 y 19 de mayo de 2011, la decisión de la sentencia estuvo en
cuarto lugar. En las demás oportunidades la posición más cercana fue la número
siete.
Maritza Ochoa, funcionaria de Colombia Diversa (Organización
que trabaja por el pleno reconocimiento y ejercicio de los derechos humanos de
las personas LGBT en Colombia) dice que están a la espera de una decisión y
que: “La Corte Constitucional colombiana debe tener en cuenta casos que se han
presentado en otros países de Latinoamérica, donde ya se ha avanzado mucho en
el tema. Este es el caso de la sentencia a favor de Karen Atala, (ver sentencia) que ya
fue enviada a la Corte colombiana para que se tenga en cuenta en el proceso
legal de las dos madres lesbianas que han estado esperando por dos años un
fallo. Este precedente será fundamental para valorar la pertinencia de la
orientación sexual en casos de custodia y adopción en Colombia”.
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